Como primate que es, el ser humano carga a sus bebés. El contacto corporal es una necesidad básica: nuestro bebé se siente seguro y amparado cuando está en contacto con nuestro cuerpo. Ser porteado le ayuda al niño a desarrollarse bien, ya que se estimulan sus sentidos (olfato, tacto, vista, oído, sensación). Así mismo, tiene la posibilidad de refugiarse, acurrucarse en toda seguridad, descansar y dormir.